Galletas

Últimamente no me fijo en nada importante
Lo sustancial pasa por mi lado desapercibido
Me dedico a perder aviones, equivocar fechas,
olvidar llamadas y tareas pendientes

Voy por el pasillo del metro
Passeig de Gràcia, línea verde
la gente aprieta el paso por el pasillo
y por el pasillo aumento mi ritmo
la gente corre aún más
está sonando el metro,
no se ve, pero ha llegado
todos lo saben
por eso corren
yo tb corro
estiramos las piernas,
se hace más fuerte nuestra respiración,
un último brazo y...

uffff! he cogido el metro
alivio

...
...
...

espera! mierda...
estoy en la dirección contraria...

Me autorrecuerdo que no hay que hacer demasiado caso a la gente.
Me monto en el metro adecuado, y sigo en-mi-mismada
Pienso que soy como una cámara con el zoom roto
Se atascó en el botón "T" de teleobjetivo, posiblemente xq alguien se la llevó a la playa y le entró un grano de arena en el mecanismo.

Desde entonces sólo percibe los planos detalle
Como este, en el que un niño de unos dos o tres años
come galletas con ese gesto con el que sólo comen galletas los niños pequeños.
Gesto inconcebible para un adulto
que come las galletas sosteniéndolas
entre el pulgar y el índice.

Ese niño, cualquier niño, necesita 4 dedos delante de la galleta
y un pulgar detrás, sosteniéndola.
Toda una mano,
que casi no es suficiente
para abarcar
tremendo placer.


Parecen chinitos
comiendo bolas de arroz.
Creo.


Próxima estación Fontana
Volvamos al gran angular...

1 comentarios:

Colifloressecas | 21 de octubre de 2008, 8:14

Y luego, si la galleta está cubierta de chocolate, el niño se puede mirar la mano entera, y anticipar lo bueno que estará lamer hasta el último resquicio de cobertura.

La vida acaba a los 5 años, que lo sepas.